Desde hace cinco años, y bajo la presión de varias asociaciones feministas, las mujeres morelenses se encuentran un día del mes de marzo (entre las actividades variadas del 8 de marzo, día internacional de las mujeres) en el parlamento del Estado de Morelos, en Cuernavaca, para discutir sobre los avances o retrocesos legislativos y hacer propuestas políticas desde las mujeres y para las mujeres. Lo que al principio era un espacio para dar voz y visualizar (de forma institucional, claro) el gran trabajo que día a día hacen las asociaciones feministas para mejorar la calidad de vida de las mujeres, se ha convertido en una coartada del partido derechista al poder (PAN) para "celebrar el Día de la Mujer".
Así es como esta mañana llegamos al parlamento con las recién estrenadas playeras de denuncia por la escandalosa eliminación del artículo 141-Bis del nuevo Código de Procedimientos Penales, artículo que aseguraba el procedimiento legal para una interrupción del embarazo en caso de violación. Este pequeño avance (efectivo desde el año 2000) fue robado por los diputados de la vigente legislatura a todas las mujeres que desgraciadamente son víctimas de una violación, este acto extremo de violencia por parte de algunos hombres. Por esta razón, gritamos ¡Ni un paso atrás! después de la intervención de Patricia Lavín, representante de la sociedad civil e integrante de la Red Convergencia 8 de marzo.
El acto empezó con la presencia del ejército haciendo los honores a la bandera cantando el himno nacional ("mexicanos, al grito de guerra, el acero, aprestad y el bridón. Y retiemble en sus centros la tierra, al sonoro rugir del cañón..."), himno de gran contenido militarista y nacionalista pero que la mayoría de mexicanos cantan con entusiasmo (hasta los zapatistas lo hacen en sus encuentros anticapitalistas). En general, la sesión plenaria que abrió el parlamento estuvo llena de exaltaciones a la mujer como madre-esposa, garante de la familia y la moral. Las mujeres "como centro de gravedad de la familia", las mujeres "como pilares del hogar", "todo nace de la mujer..." fueron algunos de los comentarios de exaltación de este rol doméstico, rol opresivo por excelencia, puesto que la "sacrosanta familia" representa para las mujeres en la mayoría de los casos lugar de sobre-explotación económica (sí, el trabajo doméstico "es un Trabajo", y lo realizan casi exclusivamente las mujeres en el 80% de los casos de manera gratuita) y de violencia extrema (hay más mujeres asesinadas y violadas por parte de hombres de su familia, parejas o ex-parejas que por hombres desconocidos).
Ya se sabe, la institucionalización de cierta "perpectiva de género" a veces tiene poco o nada a ver con las reivindicaciones de los movimientos feministas.
Rocío y Lore
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