divendres, 8 d’agost del 2008

El muro de la vergüenza México-USA




"Los muros, cómo la energía, ni se crean ni se destruyen, sólo se transforman" (cambian de lugar).

"Los muros están de nuevo en la prensa y vuelven a ser controvertidos. Muros en la frontera entre Estados Unidos y México, muros que circundan los asentamientos israelíes en Cisjordania. Estos son muros que gente en posición de autoridad promueve construir. Pero justo hace 20 años Ronald Reagan se paró en la Puerta de Brandenburgo en Berlín y dijo la famosa frase: "¡Señor Gorbachev, derribe este muro!"
¿Por qué construimos muros? Básicamente por dos razones: para dejar gente fuera o para mantener gente dentro. Hay dos preguntas que deben hacerse respecto a los muros. ¿Son morales? ¿Son efectivos? Existe un amplio y profundo desacuerdo en cuanto a la respuesta ante estas dos preguntas.
Comencemos con los muros diseñados para dejar a la gente fuera. ¿Por qué queremos dejarla fuera? La respuesta simple es: porque tenemos algo que pensamos que otras personas quieren y no queremos compartirla con ellas. En el caso del muro que Estados Unidos ha estado construyendo a lo largo de su frontera con México, se pretende que el muro dificulte que los mexicanos y otros latinoamericanos entren en Estados Unidos sin el permiso específico (una visa). [...] Ahora demos un vistazo al otro motivo, mantener a la gente dentro. Cuando en 1961 la República Democrática Alemana erigió el Muro de Berlín, la razón fue política. Había ocurrido un éxodo constante de personas a la República Federal Alemana a través del sistema del Metro de Berlín. [...] En el caso de los muros israelíes, la explicación ofrecida es que se construyen para reducir la capacidad de los palestinos de emprender acciones violentas en estas zonas. Pero esos muros no se construyen en la orilla de una jurisdicción. Se construyen para crear una jurisdicción. Es una manera de crear fronteras de facto.
Así que retornemos a nuestras dos preguntas. ¿Son morales los muros? ¿Son efectivos? La moralidad de los muros construidos para dejar a la gente fuera nos conduce a la moralidad de los derechos de propiedad. Y la moralidad de los derechos de propiedad es una cuestión de cómo fue adquirida esa propiedad. Los dueños de la propiedad alegan que fue resultado de su arduo trabajo, y los otros argumentan que fue resultado del robo, la agresión y otras apropiaciones ilegítimas (si no es que ilegales). No hay una respuesta genérica a esta cuestión y, en la práctica, la respuesta a los casos particulares es el resultado de negociaciones y arreglos políticos.
En cuanto a la efectividad, en el corto plazo los muros son eficaces en dejar fuera a muchas personas (no a todas), y en mantener a muchas dentro (no a todas). En el mediano plazo, los muros son políticamente abrasivos y magnifican la injusticia, y como tal tienden a forzar negociaciones posteriores. La única cosa segura que puede decirse de los muros es que ciertamente no son amigables ni caritativos, y no son una señal de libertad".
Immanuel Wallerstein
Muros y el mundo (La Jornada, 03/06/2006)

1 comentari:

Anònim ha dit...

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