diumenge, 29 de juny del 2008

Un poco de México visto por Carlos Monsiváis*

Si uno no fuera mexicano, ¿cómo tendría que ver o cómo podría explicarse la realidad política que vive México?

Si uno fuera mexicano, cual es mi caso, ¿cómo podría explicarme lo que no entiendo o lo que no me explico? La realidad política mexicana se me escapa porque elementos muy diversos confluyen y no logro jerarquizarlos.
Lo primero es la inercia que dejó el PRI. Setenta y un años de un autoritarismo monolítico, ramplón, con grandes zonas de corrupción (no digo que todos los priistas fueron corruptos, desde luego que no, pero que el PRI se asentaba en la corrupción desde luego que sí), con elementos represivos de distintos niveles, con oportunidad hasta cierto momento de movilidad social, con una tendencia secularizadora. Todo eso es una carga inercial fuerte. En segundo lugar, y te digo sin que haya orden jerárquico, ante la idea de que ya que el empleo se vuelve una especie en extinción Estados Unidos se convierte en una tierra promisoria, y la migración alcanza niveles idílicos. Aunque se sepa -y con detalle- del racismo, de las dificultades, de los hostigamientos, etcétera, se supera todo eso porque se piensa que detrás está el empleo, un empleo que permitirá en esta versión del imaginario la construcción de una familia y las ventajas para los hijos. En tercer lugar, hay una atomización de la política que ha llegado a enormes niveles de desprestigio, casi todos muy justificados, y que alcanza a casi todos los partidos políticos. En cuarto lugar, la emergencia de una derecha bastante cerrada, muy atrasada y decidida a recuperar lo que perdió en las guerras de la reforma liberal y a hacerse justicia por propio saqueo. Y en quinto lugar una izquierda que social y culturalmente es de lo más significativo que hay y que políticamente es un atraso. Ésos son algunos de los elementos. A esto hay que agregar las dificultades con que la globalización procede y el enfrentamiento a la desigualdad.
Si quieres un rasgo definitivo, esencial, es la desigualdad. No se puede avanzar parejamente ni mucho menos, y aunque ningún país ha conseguido eso, tanta desigualdad sí hace que el avance que se ve, que puede ser verificado, se vaya volviendo polvoso o se vaya desvaneciendo con gran frecuencia, porque no puede ser que una minoría progrese y una mayoría se sumerja. El narcotráfico ha corrompido no sólo a grandes sectores policíacos sino a la idea que se tiene de la policía: ya es una idea corrupta de la policía corrupta. El narcotráfico es la pesadilla mayor. No sólo involucra a una parte muy significativa de la población sino que, gracias a la introducción masiva de armas al país, el narcotráfico ha conseguido una situación espasmódica de violencia aquí sí parejamente.
*Entrevista de la BBC a Carlos Monsiváis, escritor mexicano.
02/11/2007

"O ya no entiendo lo que pasa o ya pasó lo que estaba entendiendo"