divendres, 27 de juny del 2008

"Pensamos en cada instante en función del próximo"

"¿El tiempo se ha convertido en nuestro enemigo? Entendido como prisa, como velocidad sin fin, es incluso una patología. ¿Y eso es nuevo? Es moderno. La modernidad se proyecta en el futuro, es futurocéntrica. ¿Quiere decir que encuentra el sentido más allá del presente? Sí, somos mañana, no somos hoy. Pensamos en cada instante en función del próximo. El valor del presente no es un valor en sí mismo, sino un valor en relación con la futurización. Al mismo tiempo, la modernidad tiene la obsesión de la conservación de la memoria, del pasado como acumulación. Cierto, no paramos de hacer museos sobre cualquier cosa. Es el doble perfil de la modernidad, una tendencia futurocéntrica y, por otro lado, una memorización obsesiva del pasado. ¿Y eso a qué nos aboca? Nos resulta difícil la experiencia del presente, y vivir la experiencia intensiva del presente es la condición para pensar de una manera abierta hacia el futuro...
Percibimos el tiempo como algo que ya pasó o que tiene que suceder, sobre todo algo que tiene que suceder mañana (cuando me jubile, cuando me enamore...), y esa percepción nos impide vivir el presente como gerundio simple, es decir: comiendo, durmiendo, viviendo. Creo que de eso se trata, de que el presente tenga contenido. "Sí, el hombre moderno padece la enfermedad del futuro como única experiencia del tiempo, que no es algo que pueda o no suceder; el futuro lo es todo, es la felicidad, el amor, el dinero, la promesa... Vivimos atrapados en la inmediatez y la uniformidad. Recuperar el sentido del tiempo oportuno no es otra cosa que luchar por retomar el hilo del sentido de la vida".
Giacomo Marramao, filósofo, reflexiona sobre la condición temporal del ser humano.
La Vanguardia, 23/06/2008

1 comentari:

Guillem Mercadal ha dit...

Mai ho havia vist així, però té força sentit. En fi, benvinguts.