dimecres, 9 d’abril del 2008

En defensa de la palabra F

Leonard Pitts

"Prepárate. Voy a usar una palabra ofensiva. Hablo de la palabra "F".
Feminista.

Una mujer me envió un correo electrónico el lunes pasado, y me hizo pensar. Cuando ella se describió, me aseguró que no es una “women's libber”—el equivalente de feminista en los anos sesenta. También me dijo que está jubilada del ejército estadounidense. Había, a mi parecer, una desconexión allí: Ella no cree en la liberación de las mujeres, pero está jubilada de un puesto que la liberación hizo posible. Intrigado, pregunté a mi hija de 17 años si ella se considera feminista. Me respondió con un “no” algo horrorizado. Ella, a propósito, es una hija con unas notas buenísimas en la escuela, quien actualmente piensa en posibilidades para sus estudios en la universidad, incluyendo la ciencia política, la psicología y… los estudios de las mujeres. Le pregunté que definiera “feminista.”
Empezó una explicación que parecía sugerir algo desesperado envuelto en odio. De repente, ella dejó de hablar. “Es difícil explicar,” me dijo. Realmente, no es cierto. Jessica Valenti, la autora de “Full Frontal Feminism: A Young Woman’s Guide to Why Feminism Matters” llama esto como el síndrome de “No soy feminista pero…”. Como la mujer que dice “no soy feminista, pero…” y luego “se sigue adhiriendo a valores completamente feministas. Creo que la mayoría de mujeres cree en el acceso a los anticonceptivos, quiere sueldo igual para el trabajo igual, y quiere luchar contra la violación y violencia contra las mujeres.”
[...] mientras es difícil imaginar que una mujer joven quiere regresar a los días de andar descalzada, estar embarazada y servir desde la cocina, muchas todavía desdeñan el nombre en que su género luchó por la libertad. Ellas desprecian el feminismo mientras banquetean en la mesa que el feminismo preparó. Dice Valenti “La palabra (feminista) ha sido tan maltratada y malentendida por conservadores desde hace muchos años que las mujeres hoy en día se espantan de identificarse con ella. Dicen todo lo que se caracteriza de feminista, pero con ella no se identifican porque han sido enseñadas que feministas son anti-hombres, que feministas son feas.”
Es triste. No puedo contar cuántas veces, visitando las prepas o enseñando clases de la universidad, he conocido a mujeres inteligentes pensando en opciones y libertades que no habían sido posibles hace una generación; hay chavas jóvenes y listas preparando sus vidas y carreras—las que nunca podían soñar sus mamás. Pero si dices la “palabra f,” ellas retroceden. Hemos perdido, yo creo, la memoria colectiva de la vida antes de la “palabra f.” De los golpes casuales. De la violación casual. De palabras discriminatorias y ofensivas. Del aborto por gancho. De irse a la escuela para encontrar a un hombre. De recibir una mesada y necesitar el permiso del esposo. De tomar todo tu espíritu, todos tus sueños, toda tu ambición, aspiración y creatividad, y machacarlos hasta que quepan en un espacio del tamaño de una cacerola.
“No soy feminista pero…?” Es fraude. Es deshonesto intelectualmente. Es una cachetada a las feministas quien prepararon la mesa la cual de las mujeres jóvenes de hoy en día comen.
Para anotar, soy feminista. Mi hija lo es también. Todavía ella no lo sabe".

Publicat en el diari Argus Leader de South Dakota (USA)
(Traducció de Sarah Rhode).

1 comentari:

Blai ha dit...

Llegir aquest article em provoca controversia. Per una banda estic completament d'acord amb l'autor al voltant de que hi ha paraules que tot i que defineixin al 100% el nostre punt de vista, han estat tan criticades i maltractades, que identificar's-hi és garantia d'exclusió social. És el mecanisme de l'autocensura, en que no ens creiem allò que diuen d'alguns, però no ens atrevim a identificar-nos-hi perquè en el fons no tenim clar si les atribucions que se'ls fa són del tot falses. Davant d'això, frenem i mai ens etiquetem.

Prendre l'etiquetatge en el sentit positiu, en el senitit de mostrar en públic un compromís social, ideoloògic..em sembla lloable, i en el panorama individualista i despolititzat en que ens movem, considero que ha de ser motiu de felicitació.

Dibuixava el gran Rius, monero mexicà, en un llibre sobre la revolució cubana, una escena en que un camperol cubà li preguntava a un altre camperol de la illa: ¿Pero tú estas de acuerdo con que los campesinos trabajen su propia tierra?...Sí; ¿Y estás de acuerdo en que los gringos dejen de hacer sus hoteles en nuestra isla?...Sí; ¿Y estas de acuerdo en que el patrón no se quede con el fruto de lo que trabajan los campesinos?...Sí ¡claro!; Entonces ¿tu estas de acuerdo con los revolucioanrios, verdad?? No!!! Rojos, comunistas, asquerosos!!! Aghrrr!! (I marxà corrent)

Per una banda patim el mal de les etiquetes i aquest és el problema de l'autor i la paraula F, però per altra banda, a voltes, els defensors d'una ideologia apliquem a tothom els mateixos límits en la defensa de la mateixa. És a dir, hi ha qui simpatitza en les idees socialistes perquè hi veu una millora de les condicions de vida substancial, o la fi d'algunes injusticies clamoroses, o la salvació del medi ambient actual, però en canvi no problematitza la relació entre obrera i capitalista. No accepta/comparteix la contradicció estructural.

En el feminisme, estem cansades de sentir proclames en favor de les dones i no tant de la igualtat, quantes feministes són tan sols defensores dels drets de les dones? Quantes vegades aquesta defensa no trenca amb la relació de desigualtat real que hi ha entre home i dona? Quantes dones que tenen els seus "drets d'igualtat" garantits segueixen creient que la seva missió vital és la maternitat? Quantes d'aquestes donaran una educació no sexista als infants del seu entorn, més enllà de canviar els mocadors roses per els liles??

En resum, m'alegro de saber que hi ha moltes més dones feministes de les que ho saben, però també pateixo per saber quantes feministes no van més enllà de l'afiliació al sindicat de dones. Tanmateix, estic segur que cada dia en sóm més i tots els que encara no ho saben, mica en mica s'hi aniràn fent! Perquè com diuen a andalusia, "blanco es, la gallina lo pone"!

Blai