dijous, 14 de febrer del 2008

La rebelión se llama Eufrosina Cruz. Una mexicana de Oaxaca encabeza la lucha contra los 'usos y costumbres' indígenas que anulan a la mujer



Eufrosina Cruz Mendoza, de 27 años, se ha convertido en el referente de la lucha de las mujeres indígenas del Estado mexicano de Oaxaca que reclaman el derecho a participar en la vida política. Desde el 4 de noviembre, esta joven de la etnia zapoteca libra una batalla desigual que ha puesto sobre la mesa los abusos de la tradición ancestral de usos y costumbres en las comunidades indígenas.De los 570 municipios de Oaxaca, 418 se rigen por esas prácticas milenarias, y en un centenar la palabra mujer no existe en las leyes comunitarias, lo que le impide votar y participar como candidata en las elecciones municipales. Contra viento y marea, Eufrosina quiso ser alcalde de Santa María Quiegolani, un municipio donde el poder político está exclusivamente en manos de los hombres. Lo intentó, inscribió su candidatura al margen de la asamblea del pueblo, y sus papeletas acabaron en la basura. La mujer no tira la toalla y ha puesto en pie el Movimiento Quiegolani por la Equidad de Género, que crece como una mancha de aceite en tierras indígenas de Oaxaca y amenaza con extenderse a otros Estados.
En México existen 62 pueblos y comunidades indígenas, aunque en el país se hablan más de 85 lenguas y sus respectivas variantes. La población indígena asciende a 13 millones de personas, que representan el 12% de todos los mexicanos. La mayoría se concentran en Oaxaca, Guerrero y Chiapas, los Estados más pobres y con los índices de desarrollo humano y social más bajos de toda la república. En Oaxaca hay más de 15 grupos étnicos, como los zapotecos, chontales, mixtecos y triquis, y se hablan 16 lenguas indígenas.
El origen de la historia de Eufrosina Cruz tiene que ver con la vida que le espera a toda mujer en esta aldea zapoteca: levantarse a las tres de la madrugada, ir al campo a buscar leña, moler maíz, preparar las tortillas, atender a los hijos y limpiar la casa. Y así, día tras día. "Yo no quería vivir eso, por eso salí del pueblo". Tenía 11 años. "Vi por primera vez un autobús, llegué a una comunidad desconocida, y luego a una ciudad gigantesca. Escuché por primera vez hablar español".
Sus enemigos en el pueblo difunden toda clase de chismes, dicen que la china está loca, que sus padres no le hablan, que anda como perra rabiosa y que hay que pararla como sea, con un balazo si es preciso. Y doña Guadalupe Mendoza, 67 años, madre de Eufrosina, no logra conciliar el sueño, porque el miedo se apodera del cuerpo. Sabe bien cómo las gasta la gente mala. Al caer la noche, unas 50 mujeres se reúnen en una casa de una vecina. Es la guarida. Asisten también algunos hombres que apoyan el movimiento. "Queremos hacer ruido para que nos hagan caso como mujeres", dice Eva Olivera, maestra chontal.

Artículo completo en http://www.elpais.com/articulo/internacional/rebelion/llama/Eufrosina/Cruz/elpepiint/20080210elpepiint_1/Tes

1 comentari:

Anònim ha dit...

BUENAS!! DES DE KNY.QUE ENVEJA SANA DE VIATGE. VOLTEU PER CHIAPAS? ENCARE NO HAVIA VIST EL SUPER BLOG. UNA ABRAÇADA CAP AQUELLES TERRES.
SOC EL NOËL, RESIDENT A CORNELLÀ, ESTUDIANT INTEGRACIÓ SOCIAL, BONES NOTES, MOLTA FEINA...EL MILLOR, DILLUNS COMENÇO A CURRAR AL RAVAL AMB EL "TEB" PORTANT UN SALA MULTIMEDIA A LA BIBLIO DE SANT PAU.. (4h PER LA TARDA)... LA FEINA QUE VOLIA!!! ESTO SI!!!
US DESITJOS EL MILLOR EN EL VOSTRE CAMINAR. A SEGUIR SORPRENENT-SE PER TERRES ZAPATISTES. ARA JA US SEGUEIXO. PETONS. MUAAAA......